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27 de marzo de 2011

Ayuno parcial y catarsis



Sustituir una comida de forma aleatoria por un zumo de frutas, infusiones o agua puede ser una experiencia revitalizante que tenemos al alcance de la mano. Cuando ingerimos líquidos de fácil absorción como el zumo o las infusiones, el estómago aprovecha para limpiar las paredes con las enzimas que segrega, las cuales se encargan normalmente de procesar los alimentos para su absorción. Privarnos de una comida copiosa nos librará de una cantidad considerable de calorías, muchas veces innecesarias, nos enseñará a mesurar las cantidades de nutrientes y energía que de verdad necesitamos para mantenernos y además daremos un descanso a nuestro metabolismo. El proceso que transcurre desde la digestión de los alimentos hasta la incorporación de los nutrientes por el organismo produce numerosas reacciones químicas que generan sustancias nocivas como los radicales libres, asociados al envejecimiento celular. Si la comida es abundante multiplicamos la producción de esas sustancias, que acaban vagando por nuestro organismo y obligando a nuestro metabolismo a combatirlas con antioxidantes a un ritmo insostenible. Si además la comida es rica en proteínas o en aditivos industriales, el esfuerzo del hígado es tremendo y durante horas o días se encuentra literalmente intoxicado, hasta que consigue procesar toda esa sopa de sustancias químicas nocivas y liberarla al torrente sanguíneo para su eliminación. El ayuno parcial a base de zumo, agua e infusiones hace que nos libremos de una gran cantidad de sustancias químicas que no solo estimularán el adelgazamiento sino la catarsis general del organismo.

26 de marzo de 2011

La realidad que nos perdemos



Nuestros sentidos nos muestran una pequeña parte de la realidad. Sucede con el sentido de la vista. No podemos percibir la luz infrarroja, sin visores artificiales, porque nuestros ojos no alcanzan a ver ondas electromagnéticas de longitudes de onda superiores a 700-780 nm (nanómetros). Lo mismo sucede con las longitudes de onda inferiores a 380-400 nm, donde se encuentran los rayos ultravioleta. Por encima y por debajo del espectro electromagnético visible se encuentran ondas como las microondas, las radioondas, los rayos X y los rayos gamma que también son invisibles para nuestros ojos, pero que pueden ser captadas con cámaras específicas. Si fuésemos capaces de ver todas las frecuencias electromagnéticas viviríamos en una claridad constante, día y noche. Lo mismo sucede con las ondas sonoras, inaudibles para nuestros oídos cuando exceden el margen de frecuencias de 20 a 20.000 Hz (Hercios). Por tanto, una parte muy importante de la realidad escapa a nuestra percepción. Del mismo modo, nuestra mente está limitada para aprehender toda la realidad existente, solo lo más cercano a nosotros en el espacio y el tiempo resulta manipulable por nuestra cognición. Para elucubrar la realidad que nos transciende debemos apoyarnos en la mente emocional que cuenta con patrones universales de interpretación, pues la razón se encuentra limitada por los datos que maneja. La mente emocional se orienta por patrones binarios como positivo-negativo, sí-no, bien-mal, etc. De ese modo podemos acercarnos a la realidad transcendente. Podemos hacer preguntas a nuestra mente emocional y nos responderá de la única forma que sabe, con sensaciones. Después, claro, hay que aprender a leer esas sensaciones o no entenderemos su mensaje.

La marginación y el estrés en la selección natural



En un reciente estudio con chimpancés se evaluó la influencia que tiene el estrés producido por la marginación y el menosprecio social en la supervivencia. Los resultados demostraron que los individuos que perdían el liderazgo y el reconocimiento social del grupo eran propensos a desarrollar trastornos de estrés. Este estrés se iba acentuando con el tiempo y su influencia en la mortalidad era proporcional. De esto se colige que el estrés es un vehículo que emplea la selección natural para beneficiar a los individuos mejor adaptados al entorno social. De esta forma los individuos que pierden su estatus de líderes o que simplemente pierden un combate con un igual comienzan a sentirse perdedores. Su papel en el grupo tiene menor relevancia y empiezan a asumir ese papel, lo cual se traduce en forma de estrés. Si persigue esa situación en el tiempo el estrés se agudizará y comenzará a somatizarse en forma de enfermedades oportunistas, lo cual a su vez perjudicará sus opciones reproductivas. Finalmente, si la situación es extrema, el estado de salud del individuo se agravará y fallecerá. Lo relevante de este proceso es que discurre íntegramente por vías mentales. El individuo menospreciado no ha sido infectado por ninguna enfermedad, no ha padecido ningún accidente, ni tiene ninguna patología genética. Simplemente ha sido señalado por el grupo como un elemento prescindible y él lo ha asumido. En las sociedades industriales donde predomina la competitividad desde la propia escuela hasta la edad adulta, predominan actitudes que encajan en los patrones descritos, desde el acoso escolar, las burlas, la marginación, hasta el acoso laboral y sus consecuencias, muchas veces nefastas.

19 de marzo de 2011

Las claves de la serendipia



En ocasiones aparece en nuestra mente la solución al problema que hemos intentado resolver con ahínco durante todo el día. Y de forma inesperada, después de un breve descanso, una siesta o un sueño ligero aparece la solución súbitamente. A este fenómeno lo llamamos últimamente serendipia y tendemos a pensar que es simple casualidad, que se nos podría haber ocurrido cualquier otra cosa. Pero no se trata de ninguna casualidad. Al plantearnos un problema de forma mental nuestra mente racional está incorporando los elementos del problema que tenemos que solucionar a la espera de encontrar la solución de forma racional. Cuando no llega la solución caemos frustrados y extenuados por no haber sabido encontrar la solución. Sin embargo la solución está de camino; nuestra mente subconsciente se está encargando de elaborarla. Nuestro subconsciente es el eficiente ordenanza que organiza todo el material que le damos y nos lo devuelve recompuesto. Sin malgastar esfuerzo mental llegamos a la solución gracias a nuestro subconsciente. La clave de la serendipia se encuentra en que nuestra mente racional se desenvuelve mejor con los datos aislados y los detalles que con las ideas complejas, por lo que resulta muy difícil encontra la solución mientras estamos concentrados en los detalles. En cambio la mente subconsciente trabaja mejor con las ideas abstractas y es capaz de atribuir la importancia que tiene cada elemento del puzle para alcanzar la solución. Mientras estamos concentrados en los detalles somos incapaces de abstraer la totalidad del problema, al dejar trabajar nuestra mente subconsciente alcanzamos la solución sin el esfuerzo racional.

17 de marzo de 2011

Ley del propósito en la vida o Dharma



Dharma es la Ley del propósito en la vida, es una palabra que procede del sánscrito y que viene a significar Ley natural. Es decir, aquello a lo que nos encontramos avocados. Todos nacemos con una serie de cualidades propicias para desempeñar una función en la vida. En la medida en que nos alejamos de esa función que debemos cumplir comenzamos a encontrar resistencia en la realización de nuestras tareas. Y por tanto nos alejamos del cumplimiento de nuestros deseos y metas. Nuestra libertad innata a veces nos lleva a tomar decisiones equivocadas y seguir caminos guiados por caprichos, ambiciones o malos consejos y perder parte de nuestra vida transitando por senderos equivocados. Todas las personas infelices han equivocado su trayectoria y malgastan su energía en actividades que no les reportan ningún beneficio.
¿Cómo podemos saber cuál es nuestro propósito en la vida? La mejor forma es pensar en qué actividad nos gustaría dedicar nuestra vida si no tuviéramos que preocuparnos de trabajar por dinero. Dicho de otro modo, consiste en encontrar la actividad a la que nos gustaría dedicarnos sin obtener un salario a cambio. Lo más probable es que ya la estemos realizando como pasatiempo. La reconoceremos porque con ella el tiempo pasa fugaz, todo parece fluir a favor y no tenemos inconveniente en dedicarle todo el esfuerzo que haga falta. Una vez encontrado el Dharma y dedicados a él notaremos que todos nuestros deseos y metas se van cumpliendo con una facilidad insólita. Este hecho hará que se refuerce nuestra posición y sepamos que caminamos en la dirección adecuada. En la dirección en que nuestros esfuerzos son ampliamente compensados y nuestros deseos satisfechos.

15 de marzo de 2011

La arquitectura del Universo



Hasta el momento solo podemos hacernos una idea acerca de la arquitectura del Universo, gracias a las imágenes obtenidas por los más modernos telescopios terrestres y orbitales. Tendemos a imaginarlo como una esfera en expansión, en cuyo interior flotan sus componentes unidos por fibras gravitatorias. Sin embargo no deberíamos dejarnos llevar en exceso por lo que perciben nuestros telescopios, pues tal vez estén percibiendo solo espejismos. ¿Cómo podríamos distinguir una galaxia real de una reflejada? Ya sabemos que la gravedad hace que se curve la luz que nos emiten los objetos astronómicos, lo cual hace que veamos una estrella en una posición cuando se encuentra en otra. Y además, los cuerpos más alejados del Universo los vemos como eran hace miles de millones de años, no como son ahora. Por tanto, nuestra idea sobre la arquitectura del Universo puede ser más endeble de lo que creemos. Recordemos las páginas de la historia cuando creíamos que las cosas eran distintas de lo que son, como la teoría geocéntrica o la heliocéntrica. Por simple prudencia debiéramos estar dispuestos a que nos desmonten nuestra teoría cosmocéntrica, y a descubrir otros universos. Hasta ahora nos queda lo poco que vemos, filtrado por el tiempo, la gravedad y la materia oscura y también la capacidad humana para extrapolar sistemas. Una galaxia tiene mucho en común con un sistema estelar como el de nuestro sol. A su vez, un sistema estelar tiene mucho en común con un sistema planetario como puede ser el de Júpiter. Son distintas escalas pero una misma ley de equilibrio. Un centro de gravedad rodeado por elementos de menor gravedad. Ying yang. Centro, gravedad, extremo ingravidez. Centro muerte, extremo vida. Lo más probable es que el Universo cumpla esos patrones que se reproducen a todas las escalas, desde el átomo a las galaxias, y tenga un centro gravitacional rodeado por una miriada de galaxias como la nuestra.

10 de marzo de 2011

Dieta hipocalórica y longevidad



Está demostrado científicamente que la dieta hipocalórica repercute favorablemente en la salud y contribuye a prolongar la vida. No es una mera cuestión de aspecto saludable, sino una cuestión inmanente de salud . Los motivos por los que el abuso de calorías incide negativamente en la salud son variados. La producción de radicales libres durante el metabolismo de los nutrientes, el esfuerzo extra de los sistemas circulatorio y locomotor, los trastornos digestivos asociados o el aumento de toxinas son factores que repercuten de forma desfavorable en la salud. Pero hay algo más. El aumento de la masa corporal aumenta la atracción gravitatoria sobre nosotros. Es algo evidente, cuanto más pesamos mayor es la intensidad con que somos atraídos por la gravedad terrestre. La gravedad está asociada a la muerte, mientras que la ingravidez lo está a la vida. Las estrellas nacen en entornos de baja gravedad en torno a las galaxias y hacia el final de sus días van a morir a los agujeros negros, donde la gravedad es altísima. Del mismo modo, el interior de la Tierra se asocia a la muerte, representado de forma mitológica como infierno, mientras que el cielo se vincula a la vida eterna. En la batalla entre vida y muerte, entre gravedad y ingravidez, un cuerpo sano y ligero nos situará siempre del lado de la vida, la salud y la longevidad.

8 de marzo de 2011

Saber envejecer



Saber envejecer es saber disfrutar de cada momento de la vida, reponerse pronto de los menos buenos y encarar el siguiente con espíritu positivo. Saber envejecer es cuidar la salud, pero sin atormentarse. Es tener un buen aspecto acorde a nuestra edad. Intentar parecer más joven no es saber envejecer, es disfrazarnos de algo que sabemos que no somos, es convertirnos es ridículos maniquíes. Cuando nos empeñamos en parecer más jóvenes lo único que conseguimos es perdernos las enormes oportunidades que nos brinda la experiencia para ser más sabios, más sanos, más felices. Cada momento de la vida ofrece sus recompensas. Solo una cultura que idolatra a la juventud por su capacidad productiva es capaz de marginar y denigrar a la edad experta. Tendemos a pensar en la vida como una curva que asciende hasta la mitad de la vida y que vuelve a descender la otra mitad, sin embargo sobran ejemplos de personas que se mantienen activos hasta el fin de sus días, realizando trabajos físicos. Son personas que nunca se han autohipnotizado con mensajes negativos como no puedo, estoy mayor, eso es cosa de jóvenes, cuando yo tenía tu edad, etc. El paso de los años nos regala la posibilidad de aprender de los errores de nuestro pasado, de corregir el rumbo de la vida y de afrontar los problemas sabiendo el doble que años atrás. Esa sabiduría adquirida debe ser valorada y enriquecida con el tiempo. Así lograremos tener una vida larga, plena y feliz.

6 de marzo de 2011

Neocórtex, el cerebro humano




El tercer cerebro o cerebro humano surge de la evolución de una familia de neuronas esbozadas en el hipocampo de otras especies de mamíferos inferiores. Se lo conoce como neocórtex (corteza nueva) y está formado por una lámina de seis capas de neuronas que desplegada tendría el tamaño de un tablero de ajedrez, pero que se pliega sobre sí misma formando numerosos pliegues o circunvoluciones, de tal forma que envuelve a los otros dos cerebros que lo preceden evolutivamente. El neocórtex es el encargado del razonamiento humano y de la anticipación de resultados. Su función consiste en recrear estados posibles de la realidad futura, para elegir la opción más adecuada sin riesgos. Dicho de otro modo, es un simulador virtual de la realidad en el que se pone a prueba distintas opciones, con el fin de predecir resultados. Este cerebro exclusivo de los seres humanos se encarga de todas aquellas actividades que conocemos como voluntarias, como el razonamiento, el cálculo, el lenguaje, el arte, etc., dota de sentido a toda actividad anteriormente irracional o emocional. Su presencia no excluye a los otros dos cerebros, que no dejan de operar en ningún momento, pero sí otorga un nuevo nivel de acción sobre ellos. La mayor parte de las actividades humanas se llevan a cabo con la coordinación de los tres cerebros. La consciencia de estas tres entidades dentro de cada individuo es indispensable para entender la naturaleza compleja y a veces contradictoria del homo sapiens, pero sobre todo es imprescindible para obtener el mayor rendimiento de las capacidades innatas del órgano rector de la especie más desarrollada intelectivamente de la evolución.

5 de marzo de 2011

Romper las ataduras




Nos acostumbramos a depender de artificios y acabamos por no poder vivir sin ellos. Si alguna vez te has negado a salir de casa sin reloj o sin teléfono móvil es porque tu dependencia ha traspasado ciertos límites. Es cierto que necesitamos un despertador para no llegar tarde al trabajo o una cita o la calculadora para determinadas operaciones, pero hacer uso de estos aparatos en todo momento hace que nuestra mente vaya menguando. Para romper las ataduras con estos artificios es preciso dar el paso y prescindir de ellos cuanto sea posible. Hacer operaciones mentalmente agilizará nuestra mente matemática, calcular la hora mentalmente hará que aumente nuestra autoconfianza y desarrollará nuestra inteligencia natural, la que nos conecta con la naturaleza, dejar el teléfono en casa hará que nos sintamos libres, que nos demos cuenta de que no nos hace falta para estar al corriente de lo que ocurre a nuestro alrededor, que de lo importante siempre te acabas enterando y lo demás quizá sea mejor ni saberlo. Pero por encima de todo está el desarrollo de la mente emocional. Cuando prescindimos de estos elementos racionales estamos poniendo en marcha nuestra mente emocional, la que nos orienta en estas situaciones. Le preguntamos la hora y no nos responde con datos, sino con sensaciones.

2 de marzo de 2011

Técnicas de entrenamiento mental



Para incrementar nuestras capacidades intelectuales podemos recurrir a multitud de técnicas de entrenamiento mental. Muchas de ellas las venden en forma de test, exámenes o incluso videojuegos, pero no es indispensable recurrir a estas técnicas prefabricadas. Mediante unas cuantas sencillas pautas podemos hacer que nuestro cerebro se someta a procesos inesperados que estimularán la creación de nuevas conexiones sinápticas. Esas conexiones podrán ser empleadas para otros procesos distintos de los que las han originado.
Podemos repasar algunas de ellas. Una consiste en tratar de visualizar de memoria un determinado espacio, como nuestra habitación, con todos los detalles. Otra es emplear la mano no hábil para las tareas cotidianas. Otra más es elegir rutas distintas para realizar un mismo desplazamiento, ello hará que nuestro mapa mental incremente su capacidad. Otras técnicas más manidas son el intentar memorizar la lista de la compra, un teléfono, etc. Otra más puede ser el realizar operaciones matemáticas de memoria, tomándonos todo el tiempo necesario. También podemos leer al revés, letra a letra: nóicneta ed dadicapac artseun someratnemercni ísa. Realizar dibujos esquemáticos de estructuras imaginarias o memorizadas incrementará nuestra capacidad creativa y la inteligencia espacial. Escuchar música prestando atención a sus detalles, sus instrumentos, sus líneas melódicas, sus cambios de ritmo, etc., favorecerá nuestra capacidad analítica. Cerrar los ojos y tratar de identificar cada sonido. Tratar de identificar olores con los ojos cerrados. Y muchas más que se nos podrían ocurrir y que dependerán de los gustos y preferencias de cada uno.

1 de marzo de 2011

El espacio vacío entre oriente y occidente



Sabemos de las diferencias en desarrollo que tradicionalmente han separado occidente y oriente. También de las costumbres diferentes, las religiones distintas y alguna cosa más. Pero ¿qué se esconde detrás de esas diferencias estéticas entre dos formatos culturales tan distintos? Y sobre todo ¿qué tienen que ofrecerse mutuamente ambos mundos? La respuesta a la primera pregunta nos lleva directamente a las formas de vida. A la forma de percibir el mundo que se tiene desde los dos extremos del mundo. Occidente es lineal, percibe la vida como un proceso con un principio y con un final, tras el cual puede existir un más allá o no, pero lineal en todo caso. Oriente es circular, entiende la vida como una rueda sumergida parcialmente en el océano, que da vueltas y que alterna el aire de la vida con el agua de la muerte, una y otra vez. Occidente rezuma sexo por doquier pero censura todo lo que tiene que ver con la muerte. Oriente rezuma muerte pero censura el sexo. Occidente expande la realidad hacia fuera del individuo, oriente conquista el interior. Occidente persigue metas terrenales, oriente espirituales. Por tanto, son dos columnas que sostienen a la humanidad, sin las cuales, se hundiría. Oriente tiene tanto que aprender de occidente, como occidente de oriente. Ese trasvase de ideas, conceptos, procesos y creencias ya ha comenzado hace años y cabe esperar que aumente con el paso del tiempo. De la sinergia entre ambos mundos ideológicos es de donde emergerá el nuevo hombre llamado a conquistar el planeta.