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25 de noviembre de 2013

¿Puede la mente hacer enfermar al cuerpo?

Hace tan solo unas décadas, hablar de la conexión entre mente y cuerpo era poco menos que anatema en los círculos médicos y científicos oficiales de occidente. Sin embargo, hoy día, gracias a la influencia entre oriente y occidente y la subsecuente globalización del conocimiento, la aceptación de esta conexión está más que probada. A las enfermedades producidas por la mente se las conoce como psicosomáticas, cuya etimología se refiere a 'mente' y 'cuerpo'. La mente no solo induce la aparición de determinadas enfermedades, sino que agrava las ya existentes o disminuye las probabilidades de curación. En todos los cuadros, el estrés parece jugar un papel de intermediario. Cuando la mente se encuentra sobrecargada, deprimida o enferma, suele aparecer el estrés, el cual produce el debilitamiento de las defensas metabólicas. Con el sistema inmunológico deprimido, las probabilidades de aparición  o el enconamiento de las enfermedades se multiplica. En la cultura popular se suele hablar de "morir de tristeza" o "morir de pena", son interpretaciones orales de casos reales que en algún momento han sucedido, que reflejan el lamentable final de personas aquejadas de males mentales. Se trata de casos extremos, que tras largos periodos de depresión han sucumbido por alguna enfermedad oportunista, que han permanecido en la cultura popular. A día de hoy está demostrado que una mente alegre y saludable redunda en un estado general de salud óptimo.

6 de noviembre de 2013

Cuántos sentidos tiene el cuerpo humano

Pese a lo arraigado de la creencia de que los humanos solo contamos con cinco sentidos, lo cierto es que nuestro cuerpo está dotado de al menos siete sentidos. Y ello, haciendo un ejercicio de síntesis. A los cinco sentidos conocidos por todo el mundo -vista, oído, gusto, olfato y tacto- se añade el sistema vestibular y el propioceptivo. Los seis primeros forman el sistema exteroceptivo, que se encarga de transmitir información al cerebro sobre estímulos externos, como sonidos, imágenes, presión, temperatura, olores, sabores o movimiento. El sistema vestibular, situado en el oído interno, transmite datos sobre la posición y el movimiento del cuerpo. Por su parte, el sistema propioceptivo, a diferencia de los anteriores sentidos, informa al cerebro sobre el estado del interior del cuerpo. Es un conjunto de neuronas sensitivas que recogen datos como el dolor o la presión en los órganos internos. Así, pues, el cuerpo humano cuenta con un sistema sensorial mucho más complejo de lo que se asume comúnmente.

2 de noviembre de 2013

Psicopatía, el plan A de la mente

Tenemos asociada la psicopatía con los asesinos en serie, quizá su versión más extrema y criminal. No obstante, esta patología mental se encuentra más arraigada en la sociedad de lo que podría parecer. Se habla de que uno de cada cien ciudadanos encaja en el perfil psicopático. ¿Cuál es la característica definitoria de este perfil? En realidad no es su tendencia criminal, como pudiera pensarse. El rasgo común a todos los psicópatas es su extremado egoísmo, consecuencia de su falta de empatía. Los psicópatas son depredadores sociales que se sirven de los demás para sus propios fines. Por ese motivo hay asesinos y violadores entre sus filas, pero también hay dictadores, jefes autoritarios, maridos maltratadores, esposas crueles, compañeros competitivos, padres abusadores o amigos egoístas. La mayor parte de los criminales no adoptan una conducta criminal, pero todos ellos muestran un egoísmo exacerbado y una total ausencia de remordimientos de conciencia.
Pero, la pregunta que cabría hacerse es ¿son enfermos mentales? Desde la psiquiatría y psicología se sostiene que la conducta psicópata es un trastorno de la personalidad y no de la percepción de la realidad. Por tanto, en sentido estricto no se trata de enfermos mentales, sino de individuos con una personalidad narcisista, egoísta y antisocial.
Por último, habría que preguntarse por qué motivo la evolución permite la existencia de esta tendencia tan frecuente entre los humanos, habida cuenta de los trastornos sociales que ocasiona. Lo más probable es que se trate de una conducta soterrada por la evolución social del homo sapiens, que permanece adormecida o suprimida en la inmensa mayoría de humanos, cuando estos se desarrollan en ambientes sociales normalizados. En caso de que ese ambiente no cuente con esos rasgos, la mente sigue su plan preconcebido, su plan A. Es decir, sigue la tendencia depredadora y superviviente, más propia de especies animales no gregarias. Por lo cual, la psicopatía no sería una tendencia alternativa, sino una tendencia natural en todos nosotros, que la vida en sociedad se encarga de aplacar a través de mecanismos culturales imbuidos por medio de la educación.