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5 de agosto de 2009

El proceso de globalización

El proceso de globalización no sólo es inevitable, sino necesario. Las críticas que recibe este proceso se deben más a las formas que al fondo. Se deben principalmente al crecimiento de la desigualdad entre capas sociales que está originando. Pero esta consecuencia no es inherente a la globalización sino uno de sus posibles efectos adversos, que será corregido con el tiempo. Este proceso equivale al que se produjo a escala nacional con la creación de los Estados Unidos de América y a escala confederal con la creación de la Unión Europea. Ambos modelos, huelga decir, han redundado en sustanciosos beneficios para sus respectivas economías y han mantenido una paz inmanente desde su origen. La globalización, por ende, es un proceso irreversible, indispensable y beneficioso a largo plazo, cuando consiga equilibrar sus fuerzas internas. Este proceso conecta las realidades nacionales, diluye sus fronteras, emplea el conocimiento de unas regiones para el beneficio común, aprovecha las ventajas de todas las regiones y compensa las deficiencias de otras. Da lugar a una nueva elite, engendrada a partir de las elites nacionales, cuya característica principal es que sus miembros se identifican más con dicha elite que con sus respectivas realidades nacionales. Esta elite no sustituye a las elites nacionales sino que se yergue sobre ellas. Lo que sucede es que se crea una nueva capa social superior a las capas altas nacionales. Como suele suceder, este proceso ha comenzado con la conexión económica y la creación de descomunales empresas mundiales que superan económicamente a muchas naciones individualmente; el siguiente paso consistirá, así debe ser, en la creación de instituciones políticas mundiales que regulen ese mercado voraz de ámbito global. Hasta ahora las grandes corporaciones se mueven por todo el ámbito mundial mientras que los árbitros políticos y jurídicos que debieran vigilar su funcionamiento se encuentran confinados en sus respectivos espacios nacionales, desde donde no pueden hacer mucho más que alcanzar acuerdos de mínimos. Cuando alcancemos las instituciones jurídicas y políticas globales, comenzaremos a cosechar todos los beneficios de la globalización que ahora parecen reservados a unos pocos afortunados.

2 comentarios:

Marcia JRB dijo...

¿Tu crees que esas grandes corporaciones no se haran tan fuertes que no dejaran ni siquiera el proyecto de esa Elite politica y esas mundiorganizaciones? No creo tenga que recordarte, por ejemplo el control que la cadena norteamericana FOX tiene sobre todos los estamentos periodisticos en su pais y el poder que alcanzan en su sistema juridico, siendo como es uno de los más independientes.

Maximiliano Mariño dijo...

El control del que me hablas es la realidad actual de un mundo controlado por las grandes corporaciones, pero eso está empezando a cambiar en la dirección de un mayor control por parte del poder político. Esta tesis queda avalada con las últimas reuniones del G-20 con las decisiones de políticos del momento como Obama y Sarkozy, que están controlando los descomunales salarios de los altos directivos, haciéndose con el control parcial de grandes corporaciones financieras o en palabras de Sarkozy "refundando el capitalismo". Todas las decisiones caminan en la dirección de un mayor control por parte de los estados; aunque aún no se vean los resultados, están por llegar. Maxi dixit.