Social Icons

.

31 de diciembre de 2012

Epigenética y herencia lamarckiana

El descubrimiento de la epigenética podría considerarse como uno de los mayores hitos en biología, solo comparable a la decodificación del genoma. La epigenética es la capacidad que tiene el código genético de expresar la función de sus genes en reacción a estímulos ambientales. Este descubrimiento abre un cisma entre los neodarwinistas ortodoxos, que consideran que el genoma es inmutable y determina todas las características fisiológicas del individuo y los evolucionistas que piensan que el ambiente influye en la herencia. Esta segunda postura parte de las tesis de Jean Baptiste de Lamarck, quien defendía que las modificaciones ambientales experimentadas por los individuos se transmitían a los descendientes.
La epigenética estudia las modificaciones del código genético experimentadas durante la vida del individuo, que gozan de la capacidad de transmitirse de forma hereditaria. Recordemos que hasta el presente se consideraba que las dos únicas vías de modificación hereditaria eran las mutaciones. Algunas de las vías epigenéticas encontradas son la metilación de la citosina y la modificación de las histonas; ambos son procesos químicos que alteran la codificación del genoma y tienen como consecuencia la expresión de un determinado gen. 
Este descubrimiento es de una enorme trascendencia, porque abre las puertas a la herencia del ambiente, algo que hasta ahora se consideraba anatema. Lo cual significa que el organismo integra la capacidad de transmitir a los descendientes el aprendizaje que experimenta durante la vida del individuo en contacto con el entorno. Conocer todos los mecanismos de la epigenética nos podría llevar a prevenir enfermedades hereditarias y a que las nuevas generaciones heredaran algunas características que mejoren su adaptación al entorno, aunque en el presente esta idea entre en conflicto con algunos postulados de la bioética. 

11 de diciembre de 2012

En qué consiste la teoría de la panspermia

La teoría de la panspermia nos habla de que el origen de la vida en la Tierra procede del espacio y llegó en forma de cometa o meteorito. Según esta hipótesis, la vida no se desarrolló de forma endógena en nuestro planeta, sino que llegó del exterior y fertilizó el planeta. La idea no es una novedad, ya en el siglo V a.c. el filósofo griego Anaxágoras planteó esta posibilidad. El vocablo tiene su origen en el latín Pan (Todo) y Sperma (Semilla), que a su vez deriva del griego. Aunque el término panspermia se atribuye al biólogo alemán Hermann Eberhard Friedrich Richter, no fue hasta 1908, cuando el químico sueco Svante August Arrhenius lo empleó para hablar del origen de la vida fuera de la Tierra.
La idea de un pequeño cometa fertilizando un planeta inmenso tiene un atractivo que no debemos pasar por alto, que es el enorme parecido que presenta con un espermatozoide fertilizando un óvulo. Si observamos dos imágenes a distinta escala no queda más remedio que reconocer la facilidad con la que se puede asimilar un proceso y otro.



Sin embargo, hasta el presente, no existe evidencia científica de ese origen extraterrestre de la vida en la Tierra. Todo el registro fósil hallado hasta el momento indica que la vida evolucionó a partir de formas más simples de materia a lo largo de miles de millones de años. Lo que sí se ha asumido por la comunidad científica con cierto consenso es que el agua terrestre puede proceder de un cometa o de meteoritos formados por hielo que colisionaron contra la Tierra. De demostrarse esta tesis, la teoría de la panspermia cobraría un nuevo valor, pues no se concibe la vida en la Tierra sin la presencia de agua.

7 de diciembre de 2012

Cómo interpretar el lenguaje de las sensaciones

Las sensaciones son una respuesta de nuestra mente que están presentes en una gran cantidad de acciones de la vida cotidiana, pero la mayor parte de las veces ni siquiera reparamos en ellas. Cuando acabamos de conocer a alguien, cuando nos enfrentamos a una situación desconocida o incluso cuando pensamos en algo importante que tenemos que hacer próximamente, es corriente sentir una especie de descarga interior que se detiene en el abdomen o en el tórax. Se trata de una sensación que transmite información para ser interpretada. Las sensaciones son la respuesta mental a un estímulo externo o interno, son más complejas que los simples reflejos y más simples que los sentimientos, porque en su génesis ha contribuido tanto la genética como el aprendizaje. Si acabamos de conocer a alguien y percibimos en él algo que no nos gusta, probablemente nos recuerde a otra persona de la que guardamos malos recuerdos, aunque en ese momento no lo asociemos a ella. No existe mejor forma de interpretar las sensaciones que prestarle la debida atención. Después de cada experiencia debemos interrogarnos qué tipo de sensaciones hemos experimentado, si han sido positivas, neutras o negativas y en cada caso por qué creemos que ha podido ser. Es un ejercicio sencillo, que con un poco de práctica podemos perfeccionar y realizar en breves instantes.