En ocasiones, cuando queremos esclarecer los motivos de alguno de nuestros traumas recurrimos a técnicas como la hipnosis y la regresión. Pero ¿podemos fiarnos de las imágenes que recuperamos mediante estas técnicas?
Al contrario de lo que sucede con la memoria tecnológica de los ordenadores, la memoria humana no es fidedigna con los recuerdos. Las imágenes que graba están filtradas y distorsionadas por influencias internas y externas al individuo, de tal forma que lo que queda es una especie de versión lógica y adaptada de la realidad. El primer filtro lo encontramos en el mismo proceso de registro del recuerdo, cuando la mente compara lo que está viviendo con experiencias pasadas para crear un argumento lógico. Cuanto más rico sea nuestro bagaje de experiencias, más detalles quedarán registrados en la memoria. Otro filtro es el social. La sociedad transmite una visión de la realidad que moldea nuestra forma de percibir las experiencias y por tanto la capacidad de grabar los recuerdos. Por otra parte, nuestra memoria se sirve de recursos para rellenar los espacios en blanco que queden, de forma que la historia tenga sentido y no suponga una suma de fragmentos inconexos. La memoria prefiere una historia lógica y completa aunque contenga fantasía antes que fragmentos reales desvinculados entre sí. Finalmente, nuestras emociones alteran el contenido de los recuerdos adornándolos a la medida de nuestra subjetividad. Por ejemplo, es común que recordemos más alta a una persona que admiramos mucho.
Por tanto, la hipnosis regresiva o las regresiones pueden mostrarnos imágenes decoradas o adulteradas por nuestra mente bastante alejadas de la realidad. Sin embargo, las emociones que acompañan a esas imágenes sí constituyen un testigo fiel. Si sentimos miedo al recordar un evento, es indudable que sentimos miedo cuando se instaló en nuestra memoria ese recuerdo. Por tanto, los recuerdos recuperados mediante las técnicas de regresión o hipnosis no debemos interpretarlos literalmente sino en forma de sensaciones y pasajes simbólicos.
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