Una constante en la vida es la disyuntiva entre luchar o rendirse, entre hacer frente o dejar pasar. Buscamos una ley que nos guíe, que nos diga qué es lo mejor. Todo debiera parecer mas fácil. Escuchamos a los grandes iluminados de la historia como Jesús o Buda y nos insisten en dejar fluir o poner la otra mejilla. Pero no alcanzamos a entender este mensaje. ¿Acaso todo se resume en dejarnos avasallar, en dejarnos aplastar? ¿Qué clase de solución es esa? Tenemos que examinar con la mente fría cómo se crea la violencia y cómo se reproduce. Nunca un acto violento traerá la paz, nunca una ofensa traerá la concordia. La paz forzada no es duradera, la paz impuesta no es sentida y por consiguiente terminará rebrotando en nuevos actos violentos. Sin embargo esto no implica que debamos permitir las injusticias, los ataques o las ofensas. Debe imperar la justicia y todo el mundo debe exigir el respeto a sus derechos universales y el resarcimiento tras un agravio. Pero tampoco debemos contribuir con nuestra actitud a avivar el fuego de la violencia. Si respondemos a la violencia con violencia entraremos en un círculo realimentado de violencia descontrolada. En Oriente está presente la Ley de dejar fluir todos los procesos naturales. Oponerse a un flujo de cualquier tipo solo trae destrucción. Pensemos en el flujo de un río. ¿Haríamos bien bloqueando su paso? Evidentemente su fuerza nos arrollaría. Con la violencia sucede lo mismo. Debemos dejar que fluya. Canalizarla. Nosotros, seres intelectivos, podemos intervenir en su curso del mismo modo que modificamos el curso de un río y hacer que no nos afecte. Es un proceso similar al que emplean en algunas artes marciales cuando dejan que el atacante caiga por su propia inercia simplemente apartándose de su ataque. Con la violencia sucede lo mismo, hay que evitar tanto enfrentarla directamente como sumarse a ella, apartándonos de su paso para canalizarla hacia donde menos destrucción cause. Solo si estamos fuera de la espiral de violencia podremos intervenir en su evolución.
Los hombres que detestan el machismo
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Cada día hay más hombres que se suman al rechazo hacia el machismo, tanto
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hacia un ...
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