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24 de enero de 2011

Programación mental



Para iniciarte en la programación mental no necesitas seguir costosos cursos ofertados con ánimo de lucro bajo ampulosos nombres comerciales, que en ocasiones no esconden más que fantasía y charlatanería barata. La programación mental la puede hacer cualquiera que se lo proponga siguiendo pautas sencillas y teniendo un mínimo de disciplina interior. De hecho, todo el mundo realiza programación mental a un nivel simple e inconsciente cuando se promete realizar algo de memoria. 
Se puede empezar con consignas sencillas, fáciles de programar como mañana, cuando me levante realizaré el trabajo pendiente. Posteriormente podemos ampliar y marcarnos objetivos más complejos como todos los días al levantarme tendré la necesidad de hacer deporte. Finalmente se puede ampliar más aún aspectos más globales como a partir de mañana voy a caminar más erguido, etc.
Para realizar la programación mental, no sólo debemos dictarnos las consignas verbales, porque no suelen tener efecto. Debemos subir dos escalones más. En el segundo escalón tenemos que imaginar la situación a través de imágenes, como si estuviésemos visionando un vídeo. Podemos imaginarnos disfrutando haciendo deporte, etc. Y en el tercer escalón están las sensaciones. Tenemos que dotar a esas imágenes de sensaciones agradables para reforzar el programa mental, debemos imaginarnos disfrutando con lo que queramos hacer. De esta sencilla forma, todo el mundo puede adquirir recuerdos, habilidades o hábitos sin necesidad de seguir cursos vendidos como panacea.

2 comentarios:

Mago Cuántico (D.Riveiro) dijo...

Es tan sencillo, que da miedo ... Por eso la gente no se atreve a experimentar con su vida, lo que podrían llegar a conseguir con sencillos pasos (me incluyo)

Sonsoles dijo...

Hace varios meses tuve que dar al boton reset de mi mente.La primera programación fue dejar de fumar, sin parches ni libros de autoayuda.Segunda programación fue la alimentación, eliminando por completo hidratos de carbono y azucares y por supuesto las grasas.La tercera fue ejercicio saludable diario.
La programación meltal hace todo posible si tienes una meta final y aunque la cumplas ya no hay vuelta atrás.